El representante de la Sociedad Peruana de Gas Licuado explicó que, de acuerdo a la norma, los balones de gas no deberían cargar menos de 10 kilos.

Las prácticas irregulares de falsificación de balones de gas licuado de petróleo (GLP) son una constante en el país, ya que uno de cada tres balones que se venden a nivel nacional, serían manipulados o llevarían menor peso del estipulado por la norma.

El representante de la Sociedad Peruana de Gas Licuado de Petróleo (SPGL), Samuel Vásquez, explicó que un gran número de balones son manipulados en plantas ilegales. Allí, distribuidores y envasadores ilegales, incurrirían en prácticas como el uso de cilindros antiguos que no están al 100% de sus capacidades y no han sido recertificados.

Estas prácticas no solo constituyen un riesgo para la seguridad de los consumidores, sino también un golpe en su economía ya que, se está pagando por 10 kilos de combustible, pero se recibe menos, agregó.

Distribuidores y envasadores ilegales estarían engañando a los consumidores con la comercialización de balones que llevan menos de los diez kilos de gas estipulados por la norma, en ocasiones, entre medio kilo y hasta dos kilos menos.

También señaló que las empresas formales sufren la sustracción e imitación permanente de sus balones de gas que son comercializados por empresas o distribuidores ilegales poniendo en riesgo a sus usuarios.