Cuando se trata de seguridad en el transporte, los precintos de seguridad son clave para proteger la carga y evitar que terceros manipulen durante el trayecto. Sin embargo, existe un detalle que, a veces, se pasa por alto y marca la diferencia entre un envío seguro y una existencia de riesgo: la marca visible del fabricante.
Más que un precinto, un elemento de confianza
El precinto es un elemento crítico en la cadena logística, y su eficacia sólo puede garantizarse si proviene de un fabricante legítimo y trazable. Sin embargo, no todos los precintos llevan la marca del fabricante como elemento constitutivo en su cuerpo, lo que dificulta validar su origen y abre la posibilidad de que sean fácilmente imitados o suplantados. Esto representa un riesgo importante, ya que si en los documentos logísticos no se especifica la marca o el modelo, la seguridad del envío podría verse comprometida.
El valor de una marca de fábrica
Flink cuenta con una alianza con Mega Fortis, y es por ello que cada precinto tiene la Marca del fabricante incorporada como parte del diseño. Este detalle marca la diferencia, ya que refuerza la autenticidad, dificulta la falsificación y permite que se verifique inmediatamente desde cualquier punto de la cadena logística.
Seguridad visual igual a prevención activa
Además, el poder identificar el fabricante, demuestra transparencia y profesionalismo. Sumándole el número de serie, la codificación por colores, agregar códigos QR o de barra, da una total confianza y permite a los operadores logísticos saber que el envío ha sido asegurado en todo el trayecto.
Exijamos identificación de origen
Es momento de exigir que los precintos lleven como elemento constitutivo la marca del fabricante, especialmente en un contexto donde la falsificación de dispositivos de seguridad va en aumento.
En Flink, es parte de nuestros valores, ofrecer seguridad, trazabilidad y esto lo logramos promoviendo la exigencia del grabado. Porque un número puede copiarse, pero no se puede improvisar diseño y tecnología.
